Lo que tienen las tardes de invierno
Es que nunca terminan.
Esa lluvia constante de cosas
Que hay por hacer:
La fecha de un examen,
Un café con Antonio,
Las listas de la compra.
Lo que tienen,
También,
Es la luz de un teléfono móvil
luchando la carne,
Una voz que te dice:
Mañana,
Ya no podrás verme.
Es esa manía
De subir a casa y leer las facturas del gas,
Esa furia de echarle las llaves al perro
Y mirarse en el horno,
El dolor subterráneo que es darse una ducha.
El problema que tiene el invierno
Es que un día no termina del todo,
Lo lejos que queda el verano
Lo lejos que queda el verano
[¡No me pises los charcos!
¡Verás como venga tu padre!].
Esa voz que te llega del odio
Y que dice:
Papá, en el cole
Nos hemos matado otro árbol.
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