Tampoco nos importa demasiado,
hemos paseado mucho rato
y tú no miras la ciudad en que no habitas;
el mundo desde arriba se parece a un vertedero
y todo eso es lo que importa.
Tú ya sabes que tu pelo…
y sin embargo los pedazos de la calle
se te cuelgan de otra parte.
No del cuello o de los brazos que levantas como un golpe siniestro,
los pedazos de las gentes y sus calles donde fuimos otro ruido
se te cuelgan de algún lado.
Solo quiero que tu sangre se resbale con las líneas de mi mano
como un muerto
y no te importe
porque el mundo ya no importa demasiado.
Todo eso es fácil.
Antes me gustaba comprender porqué los niños se agitaban
allá abajo;
ahora quiero que se maten a pedradas.
Tal vez por eso me regalas una piedra y no me dices que es un beso,
tú ya sabes que los muertos se parecen más pequeños, niña tonta…
y sin embargo.
Te retuerzo y te levanto como a un perro,
el mundo se parece a un vertedero y decidimos que llenarlo
con tu cuerpo es lo más fácil.
Eso está claro.
[tu madre no soporta tus chillidos
y sabemos que una madre es como galgo o una puta que se aburre
a cuchilladas]
Si me abrazas es por eso y porque todo se hace oscuro y estás cansada.
Será luego cuando quiera retorcerte y te me mueras
como un niño al que su madre obliga siempre a recoger todas las cosas
y tirar
y si es de noche
a la basura.
Es justo
y solo eso
todo eso lo que tengo que contarte.
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