Los hombres también pasamos
por periodos hormonales
y nos ponemos tristes
y nos da por engordar,
llamamos a nuestras exnovias
a las tres de la mañana
con voz inteligible y maneras ascéticas,
y ya por la mañana,
luego de cabrearnos religiosamente
con nuestro peinado,
nos tragamos diez horas de Ally McBeal
y alguna que otra basura romántica,
y luego más tarde,
luego de la cera y el champú oriental,
salimos a correr disfrazados de playa,
y es una putada,
y sobretodo los jodidos poetas,
que son todos ellos unos cobardes
y les gusta correr como galgos de mierda
[como galgos con el cuello torcido
de tanto mirar hacia atrás],
y correr y correr y correr. Los poetas son todos unos maricones.
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