martes, 14 de agosto de 2012

VETE LEJOS


Con las cosas que se dejan 
pasa un poco lo que pasa 
con las horas de retraso en autobús. 
Si te descuidas 
la distancia te rebana la garganta 
y las palomas, 
esas mismas que antes fueron 
eco sordo de otros lados, 
se descubren las envidias  
y te dicen: vete lejos…
Porque la distancia 
tiene el tiempo de los charcos 
que se acuestan a la calle, 
el mismo ruido del olor de la fregona si es verano, 
y lo que pasa, 
lo que queda allá colgándose del tiempo,
allá colgado de la sombra del vendrás 
y del te espero ver ya pronto,
es que a veces lo que dejas, 
muchas veces lo que queda
se te cabe en lo que dura un viaje tonto en autobús, 
el ruido triste de los pueblos a lo lejos,
y confunde estar tan cerca del inicio, 
tan distante de tu casa, 
que en el fondo, 
[ya no vuelvas, 
vete lejos y no vuelvas]
te consume la certeza de saberte tan distinto
y no haber aprendido nada. 

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